Una meditación sobre la Palabra que sostiene el universo
«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» — Juan 1:1
En una época saturada de información, donde los datos viajan a la velocidad de la luz y los algoritmos filtran nuestra percepción de la realidad, este versículo resuena como un eco eterno que trasciende el tiempo y el código.
El Verbo —Logos en griego— no es solo una palabra hablada, sino la lógica fundamental, la razón divina, el sentido último de todas las cosas. Juan nos recuerda que, antes del Big Bang, antes del lenguaje humano, antes de cualquier línea de programación… ya existía el Verbo. Y ese Verbo no era un principio abstracto, sino una Persona viva: Dios mismo.
Esta Palabra no solo crea, también habita. Camina entre nosotros. Se hace carne. Se hace entendible.
🪞 REFLEXIÓN PERSONAL:
Cuando meditamos en el «Verbo», descubrimos que nuestra identidad no se construye con ruido digital, sino con significado eterno. En un mundo que nos ofrece mil voces, sólo una tiene el poder de dar vida.
¿Qué lugar tiene la Palabra de Dios en tu día?
¿Estás sintonizado con el Logos… o distraído por el ruido?
📩 LLAMADO A LA ACCIÓN:
🔹 Haz una pausa. Lee el Evangelio de Juan capítulo 1 completo.
🔹 Contempla al Verbo como el centro de tu historia.
🔹 Comparte esta verdad con alguien más: el Verbo no ha dejado de hablar.